lunes, 11 de febrero de 2008

Amigos

No hay más que ver la cara de Alejandro para saber lo emocionado que estaba de tener el patito entre sus manos. Todo sensibilidad y dulzura.


Y esto es lo que les pasa a los patitos traviesos que quieren jugar a ser mayores, pero que todavía no tienen plumas impermeables. Tuvimos que secarlo con una toalla, porque aunque el sol estaba luciendo, temblaba de frío.

Ya tienen 14 días, pero todavía necesitan el calor de su mamá. Emperador está muy celoso y quiere evitar a toda costa que los hijitos reclamen a la pata. Tenemos que dejarlos dentro de su casita cuando no estamos, porque en cuanto tiene oportunidad, les da un picotazo y los deja patas arriba. Con lo torpes que son les cuesta trabajo voltearse, igual que a las tortugas.

Este video muestra a los patos padres haciendo una versión particular de Romeo y Julieta.

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