miércoles, 13 de febrero de 2008

¿Cómo cabían en el huevo?



Parece increíble que con sólo 21 días, los patitos hayan crecido tanto. Como no los vemos todos los días, los encuentros resultan sorprendentes y el comentario general es ¿cómo cabían en el huevo?

La verdad es que están muy hermosotes, y se defienden muy bien solos. Tienen que estar precavidos para que Emperador no les dé un picotazo, porque en cuanto están tranquilos repantingados al sol, aparece papá pato y ponen patas en polvorosa para acabar refugiándose bajo la caseta. El domingo cuando nos vinimos, la parejita pretendía quedarse en el porche acristalado mientras los pequeñitos estaban en el suelo, así que tuve que desalojar al macho y subir a los patitos. Entonces Emperatriz ya se acercó a ellos y supongo que pasarían allí la noche.



La ánade real ya lleva 15 huevos, pero todavía no se ha puesto sobre ellos. Si el fin de semana sigue igual, los meteremos en la incubadora, a ver si hay suerte y salen los patitos.



Los pollitos también crecen a ojos vista. A los presuntos Orpington parece que les asoman plumas sobre las patas, lo que confirmaría su raza, pero lo mejor es que el negrito, que a mí me parece Plymouth Rock, también tiene esas plumitas, así que a lo mejor sale un hijo de Plimucito con una de las Orpington, que puede ser de lo más hermoso. Ya veremos.


Esta es una de las gallinas ponedoras que tengo desde el principio. Después de estar horriblemente peladas, últimamente se han repuesto y hasta parece que han rejuvenecido. Como son muy curiosas y ávidas, ésta se ha colado en el bote de la comida. Pensé que le iba a costar trabajo salir, pero no tienen problema con el despegue vertical, ¡hacen como los helicópteros!

Un retrato de familia de raza piñeira. Son dos gallos que tengo en la jaula de solteros. Todavía no sé cuál de ellos corresponde con el estándar exacto de la raza, la cresta en nuez. A mí me gusta el que la tiene como garrapiñada, tengo que consultarlo con el Colegio de Veterinarios.

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