miércoles, 4 de mayo de 2011

La crema de calabaza

Los agapornis son cada vez más curiosos, Pepe mucho más confiado que Fígaro, ya que todavía no es capaz de escaparse. Algunas plumas de las alas crecen retorcidas y por mucho que las agite no funcionan correctamente. El criador nos dijo que era probable que pasase esto, después de que sus padres les arrancasen las primeras, y que lo que debíamos hacer era quitárselas para que pudiesen crecer bien. Hoy le he quitado la primera, y sólo una, para que no deje de quererme. Cuando pasen unos días le quitaré otra, y así hasta que estén todas bien, espero que no sean más de 4 o 5, porque si no, seguro que se acuerda...
Mientras cenaba una crema de calabaza, Pepe se ha acercado muy dispuesto a comer, así que hemos ido corriendo a buscar la cámara y esto es lo que ha pasado.

Receta de crema de calabaza para envasar y tener todo el año disponible
Calabaza pelada y troceada
Un puerro cortado en rodajitas
Aceite
Sofreir en la cazuela el puerro en el aceite, hasta que se dore un poco. A continuación añadir la calabaza troceada y agua en cantidad suficiente para cubrir la calabaza pero que no sobrepase mucho. Cocer a fuego lento durante 30 minutos. Cuando esté cocida, triturar hasta que quede muy fina.
En botes lavados en el lavavajillas o a mano y esterilizados (hervir con agua 10 minutos en la olla o meterlos en el microondas con algo de agua durante 5 minutos), poner crema hasta llenarlos a 1 centímetro del borde. Cerrar bien con la tapa. Preparar una cacerola alta, que entren los botes y se puedan cubrir con agua. Poner un trapo en el fondo y evitar que los botes choquen entre sí. El agua debe cubrir la tapa de los botes. Llevar a ebullición y dejar hervir durante 30 minutos. Pasado este tiempo dejar enfriar los botes en el agua. 
De este modo se conservarán mucho tiempo, y tendréis una rica crema disponible en cualquier momento.