martes, 7 de junio de 2011

Aparicio

En un post anterior comentaba que hace un par de años compramos dos agapornis papilleros, que por haber incorporado al voladero con los otros, perdieron pronto su mansedumbre. Uno de ellos murió tras un par de meses, y quedó una hembrita, de nombre Eleven.
La pobre Eleven, impar entre los cinco agapornis, necesitaba una pareja, así que busqué un novio para ella. Encontré un bonito macho verde con algo de máscara, parecido al segundo que se ve en la foto y se formó la pareja. Al poco tiempo, Eleven empezó a poner huevos, de los que yo no estaba muy segura de que fuesen a ser fértiles por el poco tiempo que llevaban juntos. En total, puso 3 huevos hacia principios de marzo. La mañana del martes de Carnaval el macho apareció un poco pachucho y aquella misma tarde, murió.

El día 14 de mayo, de repente, vi un nuevo agapornis en la pajarera, el que en esta foto está entre el amarillo y el de cabeza negra. Lo primero que pensé fue que mi marido me había hecho un regalo, pero enseguida lo desmintió. La siguiente idea fue que hubiera entrado desde fuera... Cosa bastante improbable, pero algo había que pensar... La más plausible era que el agapornis hubiera nacido en la pajarera, y que yo, que los miro todos los días que estoy allí, no me hubiese enterado en los 40 días que al menos debería tener el pajarillo, porque ya volaba más que aceptablemente.

 Ahora sólo quedaba por definir a qué familia pertenecía. La pareja azul y verde quedaba descartada porque recientemente les había cambiado el nido. La pareja verde y amarilla, que nunca ha tenido descendencia, supongo que debido a la cojera del macho, no tenía tampoco muchas probabilidades. Pero esperar que la viudita fuese la madre, pensando que los huevos no se suponían fértiles, y en que hubiese criado a su hijito sola durante casi dos meses, era la opción más improbable.
Todo se aclaró, cuando la misma tarde, tras observarlos un buen rato, vi como Eleven embuchaba a su polluelo a su demanda. Y por supuesto, duermen juntitos en su propio nido.
Por eso su nombre: Aparicio... Provisionalmente, a la espera del sexado.

lunes, 6 de junio de 2011

Ternura

¿Hay algo más tierno que una imagen maternal? Las aves no sienten como los mamíferos la maternidad ya que incuban cualquier huevo que se les ponga debajo, de modo que asumen como prole los animalitos emplumados que salgan de su nidada. He tenido algún patito, que al criarse con gallinas, se sentía como tal, y excepto en el cacareo, actuaba como gallina, tomando incluso sus baños de tierra. La pata muda que está en las fotos se crió con pollitos porque su madre la abandonó, y cuando la pasé al Mundo de los Patos, pasó bastante tiempo queriendo volver con sus hermanos adoptivos pollitos.
Pero en las tiernas imágenes que acompañan este texto, sí corresponden los hijitos con la especie de la madre, aunque no garantizo que los huevos fuesen propios.

Una gallina Maruxa de Moruxo con su pollito

Les encanta la vista desde la terraza





Patito Feo con sus hijitos

La pata Mignon con el patito superviviente



miércoles, 4 de mayo de 2011

La crema de calabaza

Los agapornis son cada vez más curiosos, Pepe mucho más confiado que Fígaro, ya que todavía no es capaz de escaparse. Algunas plumas de las alas crecen retorcidas y por mucho que las agite no funcionan correctamente. El criador nos dijo que era probable que pasase esto, después de que sus padres les arrancasen las primeras, y que lo que debíamos hacer era quitárselas para que pudiesen crecer bien. Hoy le he quitado la primera, y sólo una, para que no deje de quererme. Cuando pasen unos días le quitaré otra, y así hasta que estén todas bien, espero que no sean más de 4 o 5, porque si no, seguro que se acuerda...
Mientras cenaba una crema de calabaza, Pepe se ha acercado muy dispuesto a comer, así que hemos ido corriendo a buscar la cámara y esto es lo que ha pasado.

Receta de crema de calabaza para envasar y tener todo el año disponible
Calabaza pelada y troceada
Un puerro cortado en rodajitas
Aceite
Sofreir en la cazuela el puerro en el aceite, hasta que se dore un poco. A continuación añadir la calabaza troceada y agua en cantidad suficiente para cubrir la calabaza pero que no sobrepase mucho. Cocer a fuego lento durante 30 minutos. Cuando esté cocida, triturar hasta que quede muy fina.
En botes lavados en el lavavajillas o a mano y esterilizados (hervir con agua 10 minutos en la olla o meterlos en el microondas con algo de agua durante 5 minutos), poner crema hasta llenarlos a 1 centímetro del borde. Cerrar bien con la tapa. Preparar una cacerola alta, que entren los botes y se puedan cubrir con agua. Poner un trapo en el fondo y evitar que los botes choquen entre sí. El agua debe cubrir la tapa de los botes. Llevar a ebullición y dejar hervir durante 30 minutos. Pasado este tiempo dejar enfriar los botes en el agua. 
De este modo se conservarán mucho tiempo, y tendréis una rica crema disponible en cualquier momento.

lunes, 18 de abril de 2011

Ya casi tienen dos meses



Y todavía les gusta la papilla, aunque ya van haciendo sus pinitos con el mijo y el panizo. Pepe todavía no es capaz de volar, aún no tiene las plumitas de las alas lo suficientemente largas, sin embargo, Fígaro ya se atreve con unos vuelecitos.


 Pepe es mucho más atrevido, siempre quiere ser el primero en comer. Estoy por apostar que Pepe es macho y Fígaro hembra, a ver qué nos dice el tiempo.














Fígaro es mucho más gordito que Pepe, y sus plumas han crecido más rápido, por eso, cuando está un poco lejos de Pepe, echa a volar para estar siempre a su lado.
¡Es pepedependiente!

martes, 12 de abril de 2011

Recuperando mis memorias

Buceando por ahí, he encontrado un hilo de Infojardin donde contaba mis experiencias con mis primeras aves, allá por el año 2007.


¡Qué buenos recuerdos! ¡Y qué buena gente paseando por ese maravilloso foro!

jueves, 31 de marzo de 2011

Pepe y Fígaro

Pepe y Fígaro son dos Agapornis Fischeri papilleros que viven desde hace un par de semanas con nosotros.
El día que los trajimos a casa, un buen amigo se llevó también un precioso pajarito que se llama Luti.



Pepe nació el 19 de febrero y Fígaro el 21. Como los fuimos a buscar el día de San José, que además era su cumplemeses, el verde quedó bautizado como Pepe y el azul, por decisión de su madrina fue Fígaro.











Aunque ya tuvimos una pareja de papilleros, cometimos el error de ponerlos demasiado pronto con los adultos en el voladero, por lo que se volvieron a "asilvestrar". Por eso, cuando fuimos a buscar a Luti y vimos a los dos pajarillos a los que sus padres, no se sabe por qué razón, habían desplumado, dijimos: Esos dos nos los llevamos nosotros. Toni nos decía que como ya eran bastante grandes (28 y 26 días), era posible que no comieran bien, pero lo cierto es que no tuvimos ningún problema para darles la papilla.

En las fotos siguientes ya tienen 39 y 37 días. Aunque en estado normal, ya casi saldrían del nido, como no tienen plumas en las alas, no pueden volar, así que les hemos hecho una minicasita colgada en una jaula, para que puedan salir a hacer sus necesidades y empiecen a fortalecer sus músculos.